Mientras esperaban que su mamá regresara de ordeñar unas vacas en una finca vecina, por lo que le pagaban algunos pesos, los hermanos Édgar Humberto (de 4 años), Flor Milena (8) y Luz Ángela Robayo Parra (10), y su media hermana Yury Tatiana Nopia Parra (13), decidieron dirigirse a un lago y empezar a lanzar piedras al agua.
Esto fue lo último que recuerdan algunas de las personas que sobre las 4 de la tarde del domingo pasado transitaron por el sector de Pisilago, en la vereda La Estación, en el municipio cundinamarqués de Susa, límites con Boyacá.
Una hora después se cernía una tragedia sobre la humilde familia Robayo Parra y en la tranquila y fría población del norte de Cundinamarca, en donde sus habitantes aseguran que hace seis años no se registraba ninguna muerte.
El niño fue encontrado por su mamá, María Consuelo, muerto en el lago, mientras que sus hermanas se desconocía el paradero. Solo estaban sus ropas en la orilla.
"La mamá se percató de que sus hijos no estaban cerca y corrió a buscarlos al lago. Al llegar allí encontró al niño de 4 años flotando, y con la ayuda de los vecinos lo sacó y lo llevó al centro de salud, pero ya estaba muerto", dice la capitán de Bomberos de Ubaté, Liliana Ladino, quien acudió a Susa a atender el llamado de emergencia.
Tres horas y media después, y tras una intensa búsqueda en los alrededores y dentro del lago, las tres niñas fueron halladas en el fondo. "Estaban con su ropa interior puesta y enterradas en el lodo", señaló el coronel Édgar Nieto, comandante de Policía de Cundinamarca, quien considera que los cuatro niños murieron ahogados.
"Los padres de los menores están desechos, inconsolables. Hemos tratado de conversar con ellos sobre los designios de Dios.
En estos momentos necesitan fortalecerse en la fe", señala la profesora María del Tránsito Rincón Russi, quien había trabajado en la vereda y ayer en la tarde acompañó a don Édgar Robayo, el padre, y a María Consuelo en la morgue del Hospital de Ubaté, donde esperaban que les entregaran los cuerpos.
En estos momentos necesitan fortalecerse en la fe", señala la profesora María del Tránsito Rincón Russi, quien había trabajado en la vereda y ayer en la tarde acompañó a don Édgar Robayo, el padre, y a María Consuelo en la morgue del Hospital de Ubaté, donde esperaban que les entregaran los cuerpos.
"No sé como comenzó esta tragedia. Mis niños no sabían nadar. Solo sé que mi esposa me llamó y yo me fui para allá", es lo que atina a decir, entre lágrimas, Édgar, quien no hace sino lamentar que solo le quedaron dos de sus seis hijos: William, de 14 meses, y Diana Katerine, de 3 años.
Édgar, quien es conductor de una camioneta de estacas, recuerda que en el momento de la noticia estaba realizando un acarreo.
El lago en el que murieron los hermanos Robayo Parra era una vieja cantera -estiman que tiene más de 30 años- y de allí, recuerda la profesora María del Tránsito, se extraía material para las carreteras de la zona, pero luego quedó abandonada, y con este invierno se llenó de agua.
"En el pozo que se formó va la gente a lavar sus carros y bicicletas, y a bañarse", dice el alcalde de Susa, Jimmy Caro Ballesteros, quien agregó que esta tragedia es una alerta para los padres de familia, a quienes les pidió no dejar ir solos a sus niños al lago.
Anoche, los cuerpos de los cuatro hermanos Robayo Parra fueron entregados a sus padres, quienes aseguraron que el sepelio será hoy, a las 4 de la tarde, en Susa. La Gobernación de Cundinamarca anunció una ayuda económica para la humilde familia.+
OPINION PERSONAL:
Quien iva a pensar que por un simple juego de niños les costaria la vida a cuatro hermanos que por su inocencia nunca pensaron que ivan a caer en un sueño profundo donde no iran a despertar, debe ser muy grande el dolor de esta madre que sin pensarlo encuentra a sus cuatro hijos muertos; no tengo palabras para explicar el sufrimiento de esta madre. esta noticia nos colma de mucha nostalgia y lo unico que le deseamos a aquella madre esque se encomiende a Dios.
http://www.elpais.com/recorte/20110207elpepuint_17/LCO340/Ies/mujer_llora_muerte_hijos.jpg
http://www.eltiempo.com/colombia/cundinamarca/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-9489644.html
OPINION PERSONAL:
Quien iva a pensar que por un simple juego de niños les costaria la vida a cuatro hermanos que por su inocencia nunca pensaron que ivan a caer en un sueño profundo donde no iran a despertar, debe ser muy grande el dolor de esta madre que sin pensarlo encuentra a sus cuatro hijos muertos; no tengo palabras para explicar el sufrimiento de esta madre. esta noticia nos colma de mucha nostalgia y lo unico que le deseamos a aquella madre esque se encomiende a Dios.
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